Un ejemplo
claro, es el agua. ¿Qué sucede cuándo un hogar no tiene agua? ¿Quién se encarga
tradicionalmente de ir a recogerla, allá dónde se encuentre? Las mujeres y las
niñas y niños. Es un rol de género asignado a las mujeres en estos territorios
tan desfavorecidos.
La
crisis global provocada por el cambio climático, debido al incremento de las emisiones de gases
con efecto invernadero causado por la humanidad, altera el clima, provocando,
entre otros efectos, sequías extremas. Por
eso, cada vez más y más mujeres y niñas se ven obligadas a caminar más
distancia y emplear más tiempo en ello, como podemos ver en este gráfico de ONU Mujeres.
Si
dedicas más tiempo en ir a por agua, tienes menos tiempo para ti, para
educarte, entre otras muchas consecuencias. Es decir tenemos, en este caso, un ejemplo de desigualdad de género
con dimensiones educativas, de acceso a los recursos, de salud, etc.
¿Soluciones?
Pasarían, entre otras, por la educación, la capacitación de esas mujeres y
niñas, por su implicación en la construcción de sociedades más justas y ambientalmente equilibradas. ¿Difícil? Sí, para qué negarlo, pero desde ONU Mujer se están
emprendiendo acciones en esta línea.
Foto superior: John Moore. Propiedad de Getty Images.
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